Alixon Navarro Muñoz

19 ago 2010

EXPERIENCIA DE TRABAJO CON ZONA AFECTO

Hace 2 años un grupo de profesionales en pedagogía, trabajo social, psicología llegaron con la idea de conquistar un nuevo territorio, llegaron a la comuna 4 una zona ubicada al norte de Bucaramanga, caracterizada por su particular geografía de cemento, de casa ancladas a la ladera, con andenes maltrechos, plenos de subidas y bajadas para que los niños jóvenes y adultos a diario, paso a paso, labren su vida; en cuyas calles solo se escucha el silencio de la noche interrumpido por los ‘tropeles’ y uno que otro cruce de bala, pues de día se dejan escuchar los sonidos de la olla a presión, del señor de la tienda y de las amas de casa en su trajín de cada nuevo amanecer.


ABRIENDO CAMINO: INICIANDO EL PROCESO

A partir de esta cruda descripción, llegó Zona afecto con el ánimo de irrumpir, en la selva de cemento, con el ánimo de generar cambios en los patrones de comportamiento de los niños y niñas de este sector, proceso que desde luego toma tiempo, pero que ha arrancado exitosamente.

“… primero comenzamos con un trabajo de observación para determinar cómo manejaban su tiempo libre, quienes, cuantos y a qué horas del día se agrupaban en los famosos ‘parches’. Allí pudimos inferir que la tendencia al maltrato y a la agresividad era alta y era preciso que comenzáramos a trabajar, había una razón suficientemente poderosa para estar allí y aportar...” Expresó Morelba Rodríguez Pedagoga del Programa Zona Afecto.

Fueron 3 días de intensa jornada de convocatoria con toda la comunidad donde se dieron cita los niños acompañados por adultos responsables, elaborar los perfiles de selección y revisar si era preciso hacer restitución de derechos. Efectivamente se descubrió que había población de infancia 1 y 2, cuyos niños entre los 0 meses hasta los 7 u 8 años necesitaban de atención especial y no se les estaba proporcionando. Posteriormente con el apoyo del ICBF se les abrieron historias de seguimiento y Zona Afecto comenzó con pie derecho, su labor quijotesca pero ampliamente gratificante, como más adelante se podrá dar constancia.

GENERANDO CAMBIOS CON EL ‘PLATINFA’ EN CUYANITA, CAMILO TORRES Y ZARABANDA

De forma interdisciplinaria pedagogos trabajadores sociales psicólogo y educadores realizaron la valoración de las fortalezas y debilidades para desarrollar un trabajo puntual. A partir de allí se construyó un PLATINFA que es un Plan de Atención Integral Familiar con cada uno de los niños con el objeto de determinar las problemáticas específicas en sus colegios, en sus familias y en su mismo entorno. Su implementación así como la obtención de resultados puede durar entre los 4 y 6 meses.

“… para mi esta experiencia ha sido sumamente enriquecedora, soy educadora y desde lo educativo, lo psicológico y hasta lo comunitario la satisfacción es grandes desde el punto de vista de acogida de los niños. Antes los motivaba el hecho de inscribirse a un programa y recibir los beneficios, o recibir un refrigerio, pero ahora la cosa es diferente; ya se acercan motivados a aprender nuevas cosas, exigir procesos formativos…” afirmó Luisa Fernanda Sánchez Educadora de Zona Afecto.

Ella al igual que su ‘partner’ Morelba Rodríguez son testigos de los muchos cambios que se han generad en los patrones de comportamiento de los niños, niñas y sus familias. El eje del trabajo lúdico-pedagógico y afectivo se ha centrado en el descubrimiento y fortalecimiento del liderazgo como principio fundamental para que el menor se empodere de su comunidad y su entorno y que a medida que avanza el proceso permite visualizar esos cambios que para estas profesionales van desde el saludo hasta un mejor trato en las familias de los sectores de Camilo Torres, Cuyanita y Zarabanda.

“… antes había familias que no se podían ni ver, ahora pueden disfrutar de una conversación normal… eso es un cambio. No se les consiguió trabajo ni vivienda pero si contribuyó enormemente al proceso intrafamiliar para tratarse bien, quererse y fortalecer la autoestima” enfatizó Morelba Rodríguez. Así mismo la educadora Luisa Fernanda Sánchez agregó: “…esto apenas está comenzando y queda mucho por lograr, pero es muy bello que antes ingresaban al aula de clase sin saludar, ahora lo hacen y aparte de eso participan, transforman su patrón de comportamiento en posibilidades de comunicarse, hablando y dejando el golpe.”

ENSEÑANZAS EN MEDIO DE UNA REALIDAD DURA

“…aquí trabajamos con los niños mientras sus mamitas están trabajando en el caso de ser cabeza de familia, para cuando ellas lleguen por lo menos los niños puedan decirles que han colaborado haciendo su tarea, eso es inclusión, enseñándole los valores de unidad y participación familiar a los niños y niñas.” Indicó Morelba Rodríguez.

El análisis que hacen los profesionales que a diario están en estos barrios, deja sobre el mantel una dura realidad que a diario los enfrenta a un mundo y una sociedad hostil. El perfil comunitario se caracteriza por la preponderancia del maltrato intrafamiliar; con padres de familia con trabajos inestables y con núcleos familiares de 4 o más hijos; con familias mono parentales viviendo en condiciones de hacinamiento, con población desplazada, niños desescolarizados y un nivel educativo general muy bajo que escasamente alcanza la primaria. Sin embargo, la comunidad se muestra organizada ante las convocatorias que les permita participar de diversas actividades.

“…muchos aprendizajes, si. Que los niños y las niñas tienen muchas posibilidades de desarrollo, pensamiento e inteligencia y que las pueden lograr. Ellos y ellas han descubierto que pueden salirse del contexto que les brinda el entorno, no necesariamente cambiarse de casa o de barrio, se trata de construir nuevas vidas y nuevos bienestares.” Puntualizó Luisa Fernanda Sánchez.

Escrito dedicado a los profesionales que han dado parte de sus vidas a este proyecto.