Alixon Navarro Muñoz

26 ene 2013

Crónica entre rosas, margaritas y lirios



Ella es la señora de las flores
Maria Gertrudis, florista empirica que vende motivos para sonreir: flores.

María Gertrudis Peña de Sánchez es una mujer con 62 años encima,  que a simple vista no se le notan pues cuenta con una gran vitalidad y un espíritu joven que la lleva hacer su trabajo con mucha entrega y pasión.

Sus manos curtidas por la tierra de las raíces y tallos de las flores que a diario vende desde hace mas de 15 años la hacen ser una mujer independiente que disfruta a plenitud su trabajo, sin temor alguno. Ella es su propio jefe, hace lo suyo con conocimiento y gusto.
En plena entrevista atiende sus clientes, recibe llamadas, paga lo que debe. Pero tiene un don o un ángel como dirían, para atender a la gente: sencillamente escucha y responde con cariño y eso se lo  atribuye a llevar a Dios siempre.

Testigo del crecimiento y cambios del sector
El ruido de los carros para ella ya no es molestia, sencillamente se acostumbró a la contaminación auditiva producto del alto trafico y afán de la ciudad. Si le duelen los oídos, sólo se ‘echa’ las goticas que medico le recetó.

Su permanencia por mas de 15 años en la esquina externa del conjunto residencial Metrópolis I en Ciudadela Real de Minas contiguo al cajero automático, le da el conocimiento para decir cuanto ha crecido y cómo desde que llegó a esa misma esquina, se han dado muchos cambios: puentes peatonales, mas buses, mas carros; antes solo habían algunos conjuntos, pero ahora han construido mas y por ende está mas poblado. Incluso mucha de la gente que conoció, “muchos se han ido a otros sectores, la gente ha cambiado para mejor;  a veces vienen, me saludan y hasta compran mis flores todavía”. Afirma.

Vida entre flores
María Gertrudis es de Vélez, la tierra del bocadillo de guayaba, la iglesia atravesada y los aires de torbellino, guabinas y moños; quizás llevar este folclor en la sangre,  la hacen ser especial con su apreciada clientela.
Un día común y corriente en su vida, comienza a las 6 de la mañana, cuando se levanta y hace el tinto en su casa en el barrio Monteredondo para luego alistarse y venir a su negocio. Aquí ve pasar las horas desde muy temprano hasta las 6:30 o 7:00 pm.

“Aquí vendo mis flores, cuando no se vende pues me distraigo con la gente; porque eso si, cuando me  quedo en casa, me siento como encerrada, aburrida yo ya me habitué al ritmo de mi trabajo”. Usted y cualquier transeúnte encuentra margaritas, crisantemos, montecasino, astromelias, pompones, lirios, girasoles, heliconias y consentidoras. Si es hombre y busca algo para regalarles a  ellas, sabe que los gustos masculinos se inclinan por la compra de girasoles, lirios y rosas. Pero si se trata de mujeres y de arreglar la casa o el apartamento, las damas siempre piden margaritas y astromelias.
Ella atiende a su clientela con dedicación desde hace mas de 15 años.
Eso si hay algo que no permite o no le llama la atención  y son las flores para cementerio. Como si se tratase de algún agüero extraño, ella no vende flores para llevar al cementerio, siempre ha considerado que las flores que ella ofrece son para la vida, para el disfrute, para estar felices,  sencillamente para los vivos y cuando alguien insiste responde: “¿cementerio? No, aquí solo hay vivos”.
Entre la urbanidad
Cuenta que en el tema de seguridad no hay nada que temer por que nada le ha pasado. “por ahí algunas veces los agentes de la secretaria de gobierno que pasan haciendo sus operativos, pero cuando estoy como venta ambulante, no entorpezco el camino de los demás ellos tampoco han sido groseros conmigo; no tengo nada que decir, no me han agredido ni yo tampoco he sido grosera con ellos”.
En el negocio le va bien porque con ello ayuda a pagar el arriendo, servicios públicos, como dice coloquialmente ‘aportar’ con algo para la casa y pagar su seguridad social. Confiesa que así viva con sus hijos es consciente de que debe contribuir. La señora de las flores tiene 4 hijos, vive con uno de ellos en el barrio Monteredondo, los demás viven en Bogotá.
Aconseja que para cuidar las flores, es clave cambiarles el agua todos los días y colocarles un poquito de cloro-límpido para no tome mal olor en la ‘patica’; la cantidad de agua debe ser poca,  limpiarles las hojitas secas y pétalos dañados; lo mas importante hablarles y consentirlas.
En su gusto personal las flores representan alegría y vida y para ella las astromelias son sus favoritas y con esa misma buena energía espera del nuevo año nuevas y mejores cosas,  que le permitan estar al día con sus deudas y mas que eso que haya salud para seguir llenado de vida la esquina de Metrópolis I.

13 ene 2013

Si es posible cambiar la cara de un pueblo


Títeres, marionetas y mucha felicidad

El municipio de Contratación recibió hace menos de 2 meses a 35 artistas internacionales, nacionales y regionales, para el Primer Festival Internacional de Títeres, denominado el "El Matacho de la Felicidad", un evento sencillamente espectacular que por espacio de 4 días le cambio la cara a todos sus habitantes; se rompió con la rutina para darle paso al mundo mágico de las artes circenses. Pero quienes están detrás de las alegres ‘matachos’ revelan las razones que los mueven a darle vida para generar risa y entretenimiento.

El títere que llevamos dentro

Es muy valido decir feliz año, mas aun cuando las festividades decembrinas terminaron, el mundo no se acabó  como predijeron los Mayas y ya el 2013 lleva sus primeros13 dias, así que, este año siga siendo prospero para todos.  A propósito de felicidad, me parece muy al caso contarles que en Santander hay un municipio donde el concepto de la felicidad se vive a plenitud, la risa es tomada como cosa seria y los títeres hacen parte de su tradición, este municipio es Contratación.


Si vamos a hablar del motivo de la felicidad de Contratación, su esencia esta en un títere que por años ha encerrado mito, historia patria, turismo y hasta magia. Pero  se han puesto a pensar que representan o ¿que son los títeres para quienes los manejan o le dan ‘vida’ a su manera? Investigando encontré que en sus saberes y experiencia, el títere es una extensión de su ser y de sus manos, es un niño que se negó a crecer, es un niño que no quiere crecer y que al tiempo se refugia en la niñez. Esto nos lo compartió Jaime Cárdenas, titiritero del colectivo Titiritom de Floridablanca.


Otro de estos personajes quien también estuvo en el festival internacional de títeres y que llegó desde Perú se llama Mágico Enrique Herrera, el afirma que su vida esta ligada a los títeres, “en mi  caso esta completamente inmersa, soy como un títere con vida, por eso es que los muñecos los respeto y son parte de mi, son una prolongación de mi y de lo que siento”. Lo cierto es que los títeres son una extensión del brazo, de una personalidad,  con el movimiento le dan vida a un títere y dedicarse a los títeres es igualmente una opción de vida porque el día que estos personajes tomaron la decisión  de dedicarse a  este arte sabían que era lo que querían hacer, sabían que sería su vida y a lo que se iban a dedicar. Marlene Vargas de grupo Las Patonas agrega “el títere en mi caso personal cuando lo veo y lo hago, veo a una niña viva en mí, veo una persona pícara que hace travesuras, no maldades, sino travesuras, porque el títere nos da esa posibilidad”.


Daniel Lobo titiritero argentino por su parte nos comentó que los títeres son esa energía que hace que se dé cuenta, de que lo que eligió como profesión verdaderamente lo llena de gozo, porque fue su elección dedicarse al teatro de títeres, vivir exclusivamente de ello y haber dejado a un lado un montón de posibilidades.


Los titiriteros existen de alguna forma por los niños, para que el mundo tenga títeres, los niños, los adultos, los jóvenes gozan y de forma positiva se aprovechan de ellos, el títere identifica a todos los seres humanos. El títere para sus ‘managers’ es más que un ser de cartón, de espuma o de tela, son seres inanimados que toman vida, para darle vida a su público y de alguna forma a ellos mismos.


“El títere es un objeto que se vuelve extraordinario, cuando cobra vida o le das vida y se desarrolla en una forma diferente del ser humano y del actor; es capaz de hacer cosas maravillosas que el mismo actor no podría, como quitarse un brazo, una pierna y volvérselas a poner, por ejemplo”. Dijo Mágico Enrique Herrera titiritero del Perú.

Divertir, comunicar y hasta sanar

Con mucha emotividad debo decirles que en los títeres esta la mejor forma de contar historias, de  enseñar y de divertir porque con los títeres hay una evocación de la niñez, cuando jugábamos con matachos o con juguetes. Tal vez la razón que existe es que poseen un lenguaje muy rico universal y que diferencia de otros lenguajes, comunica  mucho más que a través de la acción, de lo que se puede decir a través de la palabra.


Para Marlene Vargas del colectivo Las Patonas, “el títere es el elemento pedagógico mas fuerte que hay y que hace posible dejar un mensaje claro a los niños, mas que un libro o un profesor que este encima aleccionando, ellos ven en una obra de títeres eso que los lleva al mundo de la fantasía que  todos queremos y que al tiempo les deja una enseñanza”.


Contrario a lo anterior el sistema educativo latinoamericano en algunos pueblos es muy represivo, hace que la infancia empiece a distorsionarse y cuando se va creciendo termina endureciendo la imaginación y creatividad, tanto así que se formulan preguntas como: ¿esto es para niños?, ¿qué es para niños?, ¿quién dice que es para niños?, ¿porqué es para niños? Pero el ser humano tiene una ventaja muy grande, es un ser  por si mismo creativo, juega, busca, es pensante, se contradice, no es satisfecho,  aun así el sistema educativo lo quiere satisfecho, que piense menos, que sea menos creativo, en conclusión te quiere ahí y punto.


No obstante en nosotros habita un niño interior y quizás somos los que nos divertimos mas; es cierto, acompañamos a los niños, pero ellos  creo que somos los que mas disfrutamos, porque  esa lúdica se nos arrancó, como que tuvimos una niñez muy pasajera y nos volvimos grandes, sin tener la posibilidad de hallar mas de esa magia en nuestra niñez.


De acuerdo con Luvidey Rincón integrante del colectivo Las Patonas, el festival internacional de  títeres quiso integrar varias técnicas para que los niños y adultos de Contratación disfrutaran diferentes estilos que nunca se habían visto antes allí y sobre todo para que no se llevaran una idea de que hay una sola forma de ver títeres.


“Para ellos es la primera vez que ven un grupo de títeres, los zanqueros, los clown; era necesario que se hiciera espectáculo de  calle  porque ellos son la fiesta, la felicidad, la alegría y un preámbulo para el festival de títeres”.


De otro lado los títeres, se pueden ver como una terapia; expertos dicen que hay pacientes con problemas severos de motricidad sin posibilidad de moverse, pero al involucrarse en esta experiencia va mostrando paso a paso, que estos pacientes con problemas crónicos van mejorando,  con estos métodos alternativos, tanto en la terapéutica, la psiquiatría o la psicología ha dejado resultados que nadie había logrado.  Aquí se comprueba que la risa y la felicidad es una  medicina.


“En este mundo de los muñecos hay de todo, para reír y para llorar, hay para olvidarse y hay para pensar; los títeres son el vehículo o la sala de espera de la risa que finalmente cura las penas, ellos son el detonante de la risa, la alegría y después que llegue la alegría no hay pena que aguante”. Expresó Jaime Cárdenas del colectivo Titiritom.


Luvidey Rincón - Las Patonas
Toneladas de aplausos, sonrisas infinitas y la mejor energía

Ser titiritero no es una profesión, es una forma de vida, en la que no ve en los niños o en el público a los clientes sino los amigos y desde ahí la relación es algo más cercano, maravilloso, perfecto. En los teatrinos hay una alegría recíproca, una energía  que va y viene de forma positiva, incluso capaz de hacer transformación social, “si podemos mover a la gente, si logramos que ellos se sensibilicen, no a través de la fuerza, ni con otras cosas, es mas humano lo que podemos transmitir” agregó Mágico Enrique Herrera.


En el escenario pasa algo,  se ve por los aplausos del publico, por como reaccionan; pero también es  mas interesante saber que hay mas allá del aplauso, saber que pasa, que siente, que opina, que tienen que decir al respecto o que se quiere o que les parece, total. Algunos titiriteros abren ese espacio para que la gente diga cosas esto de alguna forma hace que el ‘pueblo’ se vuelva participativo.


“Si el público está muy feliz y compenetrado con la historia, esa energía de una nos carga y las cosas nos salen muchísimo mejor; siempre la entregamos toda, salimos con mucha fuerza, pero nos  alimentamos de la alegría del publico”.  Afirmó Luvidey Rincón.


Me puse en la tarea de observar como el titiritero vive el momento  su puesta en escena y de verdad es mágico. Vi reírse al publico y el titiritero también se muere de la risa, lo disfruta mucho tanto como los de afuera o mas incluso; porque  él es consciente de la picardía de ‘que se están creyendo el cuento’ y  en cierta forma también se lo cree, porque si no sería muy difícil contarlo.


Títeres de Contratación tienen legado histórico

Jaime Cárdenas - Titiritom
Hace dos años Jaime Cárdenas rescató un títere nacional que se llama Manuelucho,  un ‘matacho’  con de 100 años de edad y que estaba escondido en los cajones del olvido, en el viejo Caldas; “en un encuentro de titiriteros lo rescate en su homenaje de allí me surgió rescatarlo y hacer historias con el”.


Para este titiritero el Matacho de la felicidad de Contratación se sobrepone a Manuelucho porque otorga otra fecha, revelando que los títeres de Colombia  no nacieron en el viejo caldas.

“Hasta ahora lo que se sabe, es que nacieron en Contratación y aquí no solo existió el títere sino que todo el mito, entorno a la magia, a las artes, es la contextualización de una historia que se creyó leyenda es o fue una realidad”. El titiritero Cárdenas cree que lo del Matacho de la felicidad  y  legendaria piedra, es un precedente único histórico como  rescate de esas historias.


Aquí en el país del Sagrado Corazón y del Divino Niño todo es posible, una muestra de ello es que  a este rincón lejano de Santander llegaron titiriteros internacionales para cambiar la tranquilidad por gozo y mucha alegría, con este festival de títeres que es a la final un patrimonio inmaterial de la humanidad,  aun no declarado oficialmente, aclaro; es un patrimonio que encierra un mito que se hizo realidad.

Después de tanto dolor y tanta enfermedad que ha llevado a cuestas el municipio de Contratación por el hecho de haber sido lazareto para el ‘resguardo’  de los enfermos de Hansen o lepra, es una oportunidad que ahora hayan eventos inspirados en el famoso ‘matacho de la felicidad’  para la dinamización de su cultura, el rescate turístico, la sanación de las heridas del alma, el cultivo de la sonrisas y la pujanza de una tierra que merece que dentro y fuera del país conozcan su historia, porque  no es cualquier pueblo de Colombia, fue prácticamente un país dentro de la misma Colombia.

En este 2013 los contrateños esperan con ansias, que el festival se vuelva a tomar sus calles, que mas gentes de todos los rincones del país regresen a la localidad, que mas delegaciones del mundo se contagien de la magia de los títeres y que mas turistas vuelvan o visiten Contratación, así no hayan pisado la piedra de la felicidad.







En el color de la piel, en la cultura y hasta en el gentilicio


Barrancabermeja: ciudad ‘sui-generis  de Santander
“Las caras lindas de mi gente negra, son un desfile de velas en flor”, así dice un pedacito de la canción del sonero mayor Ismael Rivera y así son las caras lindas de la gente que habita en Barrancabermeja fruto de la migración, del auge petrolero, del vientre de los primeros bogas y de toda una confluencia étnica, cultural y social que encontró en esta tierra rojiza asiento, hogar y futuro.
Evoque esta canción del ‘Sonero Mayor’ porque me pareció acorde para el inicio de este relato en el que nuevamente los quiero llevar a un recorrido por Barrancabermeja. Pero este viaje a través del escrito y de las letras tiene otro tinte, otro punto de vista  pues quiero que vean la otra cara de la ciudad, precisamente la cara negra.
Digo la cara negra no en forma despectiva, señalo la expresión con el valor que merece, ya que antes de ser cultura de la tea o cultura del petróleo, todos los pueblos cercanos al rio de la Magdalena, Yuma, Arlí o Guacayo, como principal arteria fluvial y cómplice, unieron su cultura  caribe con la del interior del país.
Las caras lindas a la que me refiero, esas caras negras,  se asentaron  a partir del inicio de la navegabilidad por el rio Magdalena, dado que ningún blanco en su momento remaba ni mucho menos hacían trabajos ‘pesados’, todo lo que se movilizó ya fuera carga, mercancías o personas, fue posible a través de canoas conducidas por negros y de aquí surge el termino de bogas, para denominar a los grupos de negros que navegaban esas canoas.


Cuando cite la complicidad del río, me refiero a que la naciente ciudad fue abierta a aceptar la mezcla de razas, tanto así que en la década del 20 y del 30 en adelante llegaron comunidades negras de Antioquia y de la región sabanera en su mayoría, pero también comunidades de San Vicente de Chucurí, Lebrija y Zapatoca. 
En datos actuales  según el último censo adelantado por la asociación de afrodescendientes de Barrancabermeja y del Magdalena Medio -  Afrobam, hay cerca de 32 mil afrodescedientes  en el Puerto Petrolero. Lo que quiere decir que las negritudes en barranca se negaron a perderse  en la memoria histórica y se conjugaron haciendo alianzas estratégicas con la cultura indígena diezmada, dejando como legado la identidad cultural plasmada en los bailes cantaos de los cuales ya hicimos referencia en una oportunidad anterior.
Cuestión de color y sabor en la sangre
Otra canción de los hermanos Lebrón diría, sin negro no hay guaguancó y es que es cierto ellos como dirían algunos, tienen lo suyo. En el proceso de la explotación del petróleo se hizo posible la  migración de colonias y por ende una serie de intercambios culturales, que hicieron de su saber popular algo más amplio, por eso es que los bailes cantaos, son  por excelencia las expresiones danzarías y rítmicas del lenguaje de la afrodescendencia que se permea en cada uno de los pueblos asentados  en el Yuma.
Donde hay un negro hay sabrosura. La gente los percibe como ‘pinchaos’ o creídos, pero para ellos  es sinónimo de ser participativo, espontáneo, teniendo en cuenta que hay cosas que los hacen únicos aparte de su contextura física, tono muscular, textura de piel, cabello, labios entre otros: su caminar que parece un bailar; tienen cadencia y ‘tumbao’, como lo decía ‘La Guarachera de Cuba’, Celia Cruz. Ese sabor va en la sangre.
Silvio Daza Rosales - Docente e investigador
Únicos en su raza, su idiosincrasia y su estilo, para ellos representa una ofensa decirles blancos, porque no lo son y decirles ‘morenos’, es más bien un invento moderno. Tu eres blanco, negro o amarillo, lo demás son mezclas interraciales, la raza como tal es una sola y la palabra negro es el término exacto para nombrarlos, con una connotación positiva que ofensiva.
¿Barranqueños o barramejos?
Un amigo muy querido, presidente de los que defiende la liga de consumidores en Barrancabermeja, el periodista Luis Emiro Tarazona Sanabria dice que hace varios meses había muerto el que se inventó todo eso de barramejo, fue el maestro Arnulfo López Ortiz quien decía que el termino barranqueño, le hería el oído. 
En mi consulta sobre el gentilicio de los de mi tierra, el docente e investigador Silvio Daza Rosales agregó que para el maestro López Ortiz éramos barramejos por la explicatividad que tienen las tierras bermejas y por la no confusión con el término barraquero de Barrancas – en la Guajira; así mismo comentaba que si se hacía una encuesta, la mayoría responde que son barranqueños.  Emiro Sanabria jocosamente acotaba, que ellos  al pronunciar la palabra barramejo se sienten como gay.
Son muchos las versiones y puntos de vista, unos dicen que es mejor barranqueño porque eso de barramejo suena como a pendejo; otros sostienen que es mejor barranqueño, porque si se habla de los costeños, los bogotanos, los caleños, “Hombe, ¡barranqueño!”.
Aunque sea una discusión de nunca parar, Daza Rosales agrega que la discusión no está ahí, “ni siquiera es discusión, sino que está en cómo la persona se sienta”.
En conclusión la lección de utilizar barranqueño o barramejo queda al libre albedrío, sin temor a equivocarse en ninguna,  porque ambas son aceptadas por la Real Academia de la Lengua Española y comparto  eso de que es cómo te sientas, te identifique y te llene.


Ciudad ‘sui-generis’.
En la ciudad corazón de Colombia,  se entiende la multiculturalidad y la interdisciplinaridad de los aspectos diferenciales de las culturas. Aquí si uno le pregunta a alguien  que vive en Barranca  pero que  de  nacimiento es de Bolívar, Tolima o Antioquia,  ¿dónde quieren que sea su capital? Sin vacilar responden Barrancabermeja; porque aquí les resuelven sus problemas y se encuentran con su gente, tal como lo explicó Silvio Daza quien es cartagenero de nacimiento pero  se siente barranqueño caribe desde hace más de 2 décadas.  Aquí cabe una frase de otro buen amigo periodista, Pedro Severiche dice que  ‘quién llega aquí se queda y el que es de aquí no se quiere ir’.
Lo sui generis de este municipio tiene su raíz en la misma historia cuando los Yareguíes, hacían rituales y danzas que se colaron en el sustrato del Arlí  y poco a poco con el resto de colonias y pobladores generaron una identidad única de río que enriqueció lo que somos: alegres a pesar de la violencia vivida por mucho tiempo.
Total, cada colonia que llegó a Barranca trajo su cultura, la música pelayera es un ejemplo de ello y de allí que se baile el fandango, el porro palitiao, el porro tapao y la puya con tanto arraigo, como diría el maestro Silvio Doria Fernández director de la Banda 26 de abril, se bailen con la bozá. Para que lo entiendan, la bozá viene del término bozal, para significar amarre,  que para el caso es la sabrosura en  los bailarines, quienes le ponen la cadencia en el movimiento de cadera y todo ese enamoramiento entre  dos personas que están bailando un porro.

¿Qué hace diferente esta tierra? la riqueza del agua y petróleo puede ser,  pero creo que es más la calidez y generosidad de su gente, su idiosincrasia, su capacidad de sobreponerse y su creatividad. Los barranqueños no se creen país aparte, solo tienen una característica especial: el hecho de ser río y sin olvidar en que territorio están cantan con orgullo el himno santandereano, el himno barranqueño y desde luego el himno nacional.

Mira tambien en: http://www.elfrente.com.co/index.php/panorama/barrancabermeja/item/14204-barrancabermeja-ciudad-%E2%80%98sui-generis-de-santander