Por: Alixon Navarro Muñoz
¿Qué ha pasado ‘curso’
¿cómo vamos? ¿Y qué Cuartas, como le fue? Con mucha efusividad y camaradería, saludos como estos son los que
recibió el Sub intendente Edwin Orlando Cuartas Rojas, quien luego de varios
meses de preparación y tensa espera, llegó al comando de la Desan un viernes a
las 6:00 de la tarde, para acudir a esta cita periodística y para compartir con
sus compañeros la buena nueva de haber sido escogido entre los 11 colombianos
para hacer parte del gran equipo humano policial, que conforma las misiones de
paz de las Naciones Unidas que lo llevarán a Haití.
12 años y 8
meses
Este es en realidad
el tiempo que lleva con la institución, aunque inicialmente no estaba dentro de
sus planes, como buen joven no le veía nada interesante a los temas
institucionales; lo propio de la edad para el mas bien era estar en casa,
pasarla chévere con los amigos, tener novia,
como bien lo expresa era típico siendo un chino apenas.
“Pues
yo me uní a la policía, inicialmente dentro de la juventud uno no observa mucho
de los temas institucionales, lo propio de la edad es estar sin preocupaciones,
con la familia en la casa y los amigos pasarla suave y ya”.
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Fotografía: Internet. |
Aunque no estaba en
sus planes era obvio que no se había enfocado, pero poco a poco se dio cuenta
de la vocación de servicio con la gente y aunque para muchos suene ‘subido’ se
dio cuenta que es posible ser protagonista en la sociedad. De esta forma entró
motivado a la institución, por la vocación de ayudar de cumplir la misión que
tiene la Policía Nacional, que es mejorar
las condiciones sociales y calidad de vida en las comunidades afectadas por el
factor de la violencia, ser transformador
del tejido social.
Edwin Orlando
Cuartas Rojas llegó a la Policía con la convicción del trabajo bien hecho,
empezó como cualquier ‘recluta’ termino que puede ser despectivo pero que
representa el inicio de la vida castrense o policial.
De 150 a 11 y
entre ellos yo
Todo empezó en el
momento indicado, eso dice la letra de una reconocida canción de salsa, a
propósito uno de los géneros favoritos del subintendente Cuartas Rojas, y fue
el momento indicado porque la convocatoria vino de la dirección general para
realizar una serie de pruebas con el departamento de operaciones de Naciones Unidas,
todas con el protocolo del caso y con el apoyo permanente del comandante de la Desan.
“En
septiembre del año pasado llegó el equipo reclutador DPKO que es el departamento de operaciones de paz de las Naciones Unidas, con este personal se hicieron pruebas de habilidad
lingüística, conducción, manejo de armamento y tiro. A la convocatoria nos presentamos 150 personas
a nivel nacional y todos con los mismos sueños y expectativas, y todos tuvimos
que pasar por el proceso estricto y
exigente de en la calificación”.
Edwin Orlando contó
que luego quedaron entre 35 a 40 personas que fueron certificadas por la ONU.
Seguidamente se envió un formato de las Naciones Unidas, donde los ‘candidatos’ debían explicar el trayecto institucional, desde el
primero hasta el último cargo, con el fin de generar un perfil laboral y de capacitaciones.
Posteriormente en Nueva York, sede de la ONU, empezó a hacer
la revisión de los perfiles, selección y requeridos para integrar las misiones
de paz.
De Colombia ha salido
personal para Sierra Leona, Congo, Costa de Marfil, Nueva Guinea, y ahora a Haití
en la Minustat, que es la Misión de Estabilización de la ONU para Haití. A partir de ese momento, vino el proceso de pre-selección
para cada misión donde el personal escogido fue sometido a una entrevista sobre preguntas de
los hechos en Colombia y lo que se va a hacer allá y con ello se mide las competencias.
“El
proceso fue tenso, el hecho de esperar
resultados, hay momentos de mucha ansiedad,
con preguntas como ¿me voy o no me voy? Era la emoción la expectativa del será
que sí o será que no; si vamos todos o solo algunos, era una sensación extraña.”.
El día del sí,
Edwin Cuartas estaba en el aeropuerto internacional El Dorado, en Bogotá,
apoyando la versión 82 de la Asamblea Nacional de la Interpol, que se llevó a
cabo del 20 al 24 de octubre del año en curso en Cartagena, pero que era
preciso estar en la capital de la República recepcionando las delegaciones
para brindarles la bienvenida, “para ofrecerles un delicioso café colombiano
y que de entrada se llevaran una buena
imagen de Colombia, diferente a la mala que se ve en el exterior, se trató de conectar a la gente de inmediato
con el país, quitarle ese estigma relacionado con el narcotráfico y demás
situaciones de violencia por la que ha pasado en más de 50 años. Estando allí
en ese evento supe que estaría y no lo podía creer”.
El hermoso color verde
que porta en su uniforme y que ahora
tendrá un nuevo componente de color azul, tiene por dentro un hombre, un padre,
un hijo, un hermano y un hombre, que a esta hora no cree aún está procesando el
gran reto que alcanzó, reto que viene de un sueño de que inició hace 5 años, un
proyecto de vida en el mediano plazo que forjó con preparación académica y en
idiomas.
“Mi
objetivo es ser un policía que siendo de Santander trascendió, que lleno de la felicidad y orgullo a mi familia, amigos y allegados; eso
es muy agradable, es muy emotivo, recibir voces de alegría, animo, cosas que se comparten con todos ellos y que
no tiene precio alguno”.
Así como los buenos
soldados y policías que entregan la vida por su patria, que son héroes anónimos, tienen reconocimiento y de alguna
forma alcanzan la gloria con una cuota de sacrificio grande, como el hecho de
tener una familia a la que no verá
durante dos años, en los que estará ausente y que aun así no serán impedimento;
seguramente se perderá 2 años de crecimiento de su hija, se perderá 2 años de abrazos de familia, se perderá 2
años del amor de su amada.
“Cuando
me trazó la meta hablé con mi núcleo
familiar, les dije que mi meta era hacer parte de la misión de paz y hoy ya ven materializado ese sueño. Aunque yo sé
que se sienten muy satisfechos y felices, están también preparados frente a
esta nueva realidad, que aquellas personas que uno quiere estarán distantes y
eso genera nostalgia.
Lo que viene ahora
para él, va más allá de la nostalgia de no estar con los suyos, de la
camaradería y ambiente ‘parcero’ de sus compañeros, porque este ‘cursito’
querido y respetado por muchos en la institución, asumirá y respetará la idiosincrasia
y costumbre de un nuevo país; portaré el
nombre de Colombia acatando también el
mandato de las Naciones Unidas, en la defensa de los derechos humanos de un
país que está en proceso de re-hacerse, luego del insuceso de la naturaleza el
12 de enero 2010 cuando un terremoto arrasara con gran parte de la nación.
“Mira
que ser colombiano tiene una gran ventaja de la que me siento muy orgulloso,
aparte de todo, porque los colombianos tenemos la sorprendente capacidad de
adaptarnos a diversas circunstancias y eso nos lo valoran mucho en el exterior”.
Cuartas, como es
llamado habitualmente entre sus amigos y compañeros de labores, ya está en
Bogotá desde el pasado lunes 28 octubre; se presentó ante la dirección general de la Policía Nacional para cumplir con el proceso
legal, visa, pasaporte, uniformes, y equipamiento que debe llevar a la misión.
Saldrá de Colombia el próximo 20 noviembre, hasta Panamá y de allí a Puerto
Príncipe, ciudad en la que durante 15 días durará en proceso de ‘training’ o entrenamiento en campo junto con
sus otros 11 compañeros de la delegación colombiana. Es de destacar que el sub intendente Edwin Orlando Cuartas Rojas es el único que
va en representación del nororiente del país.
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Fotografía: suministrada. |
“Bueno
luego del entrenamiento, viene el despliegue en cada una de las localidades que hay en Haití y por supuesto integrarnos con
los otros integrantes de la misión que vienen de diferentes partes de mundo:
canadienses, brasileros, africanos, y como quien dice, de una vez a trabajar, a contribuir y hacer parte activa del cambio que
necesita este país”.
En la maleta aparte de la ropa, de uniforme, del equipamiento
institucional, del color verde de su
corazón, del agradecimiento con la institución policial colombiana, de
la nostalgia, de las fotos, estarán la kola hipinto, la pony malta, el ponqué
ramo, las hormigas culonas y el bocadillo veleño.